Kaleidoscopic Eye parte de una discusión entre André Breton y Roger Caillois. El enfrentamiento surgió a raíz de su descubrimiento de las judías saltarinas mexicanas, que hacen movimientos bruscos y saltan en el aire. Caillois conjeturó que la larva o algún otro animal hacía que los frijoles se movieran. Breton rechazó su teoría, acusando a Caillois de ser un positivista de mente cerrada que negaba lo maravilloso y lo poético en su intento de encontrar una explicación racional. Para Breton, el azar absoluto u objetivo difuminaba las fronteras de la racionalidad, ofreciendo un universo caótico y estimulante: la belleza convulsa. Caillois escribió una carta en la que ponía fin a su relación con Breton, declarando su intento de reconciliar la investigación con la belleza. Caillois pretendía examinar el azar, el caos y lo irracional con el objetivo de encontrar un patrón similar a la estructura del coral. Esta estructura debería combinar, en un solo sistema, todo lo que hasta entonces se había excluido sistemáticamente, una estructura capaz de tomar en consideración todas las formas posibles de la realidad.
Kaleidoscopic Eye se publicó por primera vez en el marco de la exposición Kaleidoscopic Eye, en 2009 en el Kunst Halle Sankt Gallen, y ahora se vuelve a publicar en su segunda edición.
