La premio Pulitzer y candidata al Nobel Annie Dillard ha dedicado su vida a examinar el mundo a su alrededor con los ojos bien abiertos, bebiendo la vida de manera intensa e implacable. Ya sea observando un sublime eclipse lunar o una polilla consumida en la llama de una vela, el temblor de los nenúfares en un estanque o cientos de mirlos de alas rojas que huyen, el asombro de Dillard ante la fragilidad del mundo natural rejuvenece e inspira placer y angustia. Precisa en el lenguaje y profundamente meditativa en espíritu, esta colección de ensayos narrativos de una de las mejores voces vivas de norteamérica es memorable.