Entre 1955 y 1956, el fotógrafo Robert Frank viajó por Estados Unidos con una beca Guggenheim con el fin de fotografiar a gente corriente en su día a día. Su libro Los americanos (1959) se convertiría en piedra de toque de la identidad estadounidense y en un hito de la historia de la fotografía. Sin embargo, cuando Frank empezó a dedicarse al cine, la mayor parte de su obra fotográfica temprana cayó en el olvido. Este libro se centra en la obra estadounidense de Frank correspondiente a la década de 1950. Son imágenes muy poco conocidas o inéditas que muestran cómo las raíces profesionales del fotógrafo se hunden en el periodismo gráfico, y cuáles fueron las innovadoras estrategias visuales que le permitieron forjar una identidad artística independiente de la que preconizaban revistas dominantes de la época, como Life.
Robert Frank nació en Suiza en 1924. Se inició a la fotografía en su juventud con fotógrafos y diseñadores profesionales. Emigró a los Estados Unidos al final de la segunda Guerra Mundial y se instaló en Nueva York. Se empleó como fotógrafo de moda para la revista Harper’s Bazaar pero no se acostumbró a ser parte del universo de la moda y pronto empezó a viajar por América del Sur y por Europa.
Robert Frank estableció las bases de la Street Photography, o fotografía de calle. Tenía una mirada humanista, quería borrar la distancia que separa el reportero de sus sujetos. Disparaba sin preocuparse del encuadre o del enfoco. Sus fotografías muestran una realidad cruda, sincera y autentica. Su obra demuestra su búsqueda de la verdad y explora dos universos: el suyo mismo y el que le rodea.