El libro ilustra el breve tiempo que es la transformación de cuando un niño se convierte en hombre. Incorporando fotografías de la naturaleza, como nubes y ramas en flor, para crear una poética yuxtaposición y metáfora visual. Las imágenes evocan la naturaleza introspectiva de estos momentos fugaces y la angustia emocional que acompaña a la fragilidad de esta etapa en la vida de un niño.