Iatã Cannabrava viajó a Rusia el 1985 para participar en el Festival Mundial de Jóvenes y Estudiantes por la Paz Mundial. Fue testigo del comienzo del final de la Guerra Fría y del desmantelamiento del telón de acero. El resultado de este viaje, su primera sesión de fotos, ahora se puede ver en el libro Pagode russo. Las 47 fotografías, ahora reunidas, son un recorrido cromático por la ciudad de Moscú. Lejos de ser un libro histórico, Pagode russo confunde lo que sería pasado, presente o futuro en imágenes congeladas. Realizado hace casi 30 años, el ensayo presenta el estilo que acompaña la obra del fotógrafo: la mirada dirigida a escenas urbanas, temas comunes, personas sencillas, donde lo ordinario es más importante y lo banal vale más que lo especial.