El meridià de París

Después de los elogios de la crítica a sus ensayos anteriores, Lluís Calvo presenta una obra que parte del primer meridiano. Cruzando la capital francesa, trazaba un eje cartográfico que atravesaba Europa de norte a sur y seguía por el continente africano; por eso fue conocido como el meridiano de París, por más que acabara adoptarse el de Greenwich como referencia universal. Con este pretexto, Lluís Calvo crea una máquina de explicar, todo un ejercicio de ironía geográfica a expensas de la línea recta. En 157 páginas, divididas en 7 capítulos, deambula por los traumas y cicatrices que han dejado en la historia las diferentes maneras de concebir el espacio. Un trazo que atraviesa los cimientos de nuestra cultura: de la Revolución Francesa a los monjes occitanos, de la fuga de los combatientes republicanos al conde Arnau, de la Roca Village al arte de Pierre Soulages, Joan Ponç y Jean-Luc Godard. Y también de Tit Livi a Tiqqun, de Maragall a Baudelaire. Y París, está claro. El París resistencialmente canalla de la república de los artistas y delincuentes de Montmartre, de las disidencias del espíritu, y estandarte, al mismo tiempo, del progreso y la Modernidad.
El libro va acompañado de un poema inicial de Calvo, de uno de final de Jaume Pons Alorda y de un epílogo extenso de Francesc Gelonch, que repasa e interactúa con las tesis de Calvo. Dice Gelonch, sobre El meridiano: “Hay un ánimo o exhortación a la inter-relación imposible pero necesaria. De hecho, Calvo, librándose a tantear y apreciar sobre el terreno los vasos incomunicados que une una simple línea recta, hace una operación claramente romántica que consiste al hacer aparecer el paisaje. Cada una de estas ruinas conceptuales y tensiones irreconciliables tienen la particularidad que pueden ser paseables y el autor nos las testimonea. De aquí que quizás la máxima astucia, inteligencia, refinamiento o perversidad del Meridiano de París es cuando se gira a hablar de la gente, y del viaje que se hace paisaje y del espacio abstracto que se vuelve lugar”.